Ludopatía en adolescentes

ludopatía en adolescentes

29 Oct Ludopatía en adolescentes

Cómo saber si tu hijo adolescente es ludópata

La Organización Mundial de la Salud ya ha reconocido la ludopatía como una enfermedad que está alcanzando niveles de epidemia a nivel mundial. Dentro de las adicciones al juego y otros desórdenes de comportamiento obsesivo, los videojuegos, especialmente aquellos que se juegan online, están empezando a generar gran preocupación entre los expertos.

De hecho, la propia OMS pasará a reconocer oficialmente la adicción a los videojuegos como enfermedad mental a partir del año 2022.

Pasando a formar parte, de esta forma, de la nada tranquilizadora lista negra en la que figuran adicciones a los juegos de azar y a las casas de apuestas. Estos últimos lugares, no nos olvidemos, empiezan a invadir como una auténtica plaga los barrios más populares, los menos favorecidos y los más azotados por la crisis. Pero el juego online es igualmente, cuanto no incluso más, pernicioso. Puesto que es aún más accesible.

Es muy importante ser conscientes de cuáles son las señales de alarma. La ludopatía en todas sus manifestaciones, inclusive la relacionada con los videojuegos, tiene durísimas implicaciones en la vida de aquellos jóvenes que la sufren. Es un componente desintegrador de los núcleos familiares y puede desembocar en otras adicciones que estallan en cadena: como por ejemplo el alcohol o el abuso de otras drogas.

Analizamos las claves que definen este trastorno por adicción, que azota con fuerza a la población adolescente, y qué podemos hacer al respecto.

Síntomas de la ludopatía en adolescentes y la adicción a los videojuegos

Diferentes estudios apuntan que casi el 40% de los adultos ludópatas desarrollaron su adicción al juego cuando todavía eran menores de edad. La adolescencia es una de las etapas más delicadas en este sentido. Por ello, tanto la prevención como el correcto acompañamiento terapéutico de esta enfermedad es vital.

Los juegos que más probabilidades de adicción generan son, aunque suene redundante, los “adictivos”. Esto quiere decir que, en dichos juegos, el tiempo que pasa entre la acción que tiene que llevar a cabo el jugador y su supuesta recompensa es muy breve.

Esta “gratificación”, cuanto más instantánea sea, produce una serie de alteraciones químicas en el cerebro. Y el mecanismo (segregación de dopamina y endorfinas) es el mismo que se acciona con drogas duras como, por ejemplo, la cocaína.

Los adolescentes, dada precisamente la etapa de su desarrollo en la que se encuentran, tienden a las reacciones más impulsivas y a los desbordamientos emocionales. Por ello, como citábamos, se trata de población muy vulnerable ante la ludopatía.

Dados los peligros que la adicción al juego conlleva, tanto en la salud como en las relaciones familiares, sociales y afectivas, debemos estar muy pendientes de los comportamientos de nuestros hijos.

Entre los síntomas, gestos o acciones características de un joven ludópata, encontramos:

  • Tendencia al abandono de la vida social: son jóvenes que empiezan a aislarse en exceso y a no estar interesados en ningún tipo de socialización.
  • Una necesidad incontrolable de jugar, independientemente de las consecuencias negativas.
  • Incapacidad de control de los impulsos.
  • Agresividad y cambio bruscos de humor. Respuestas violentas si se le interrumpe o se le indica que deje el ordenador, la tablet, el móvil o cualquier otro dispositivo que esté usando.
  • Incapacidad para desarrollar con normalidad otras actividades o responsabilidades del día a día.
  • Sospechas sobre si el adolescente va o no al instituto o se está saltando las clases.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Mentiras compulsivas u ocultación de información.
  • Algunos jóvenes, dado que para apostar de forma online o en determinados locales se necesita dinero, pueden llegar a robar o cometer hurtos.
  • Los trastornos de ansiedad y depresión están muy vinculados a la ludopatía y otro tipo de adicciones.

El peligro escondido en las casas de apuestas

Como comentábamos al principio de este artículo, los locales de casas de apuestas han empezado a proliferar como un virus en las ciudades españolas. Concretamente en la Comunidad de Madrid el peligro es aún mayor en los barrios con menor renta per cápita y mayor tasa de paro.

La “evasión” del propio acto de jugar hace que las personas con especiales problemas económicos o con complicadas situaciones vitales  sean auténtica carne de cañón para las casas de apuestas y el juego online.

Muchos de estos establecimientos no cumplen los reglamentos (la laxitud de la legislación tampoco ayuda) más básicos, haciendo la vista gorda ante la entrada de menores, por ejemplo. Y ofrecen, incluso, cosas atractivas como desayunos a precios muy baratos para atraer a los clientes desde horas tempranas. Muchos llegan a pasar allí el día entero, puesto que la oscuridad o la propia ausencia de luz natural fomenta que se pierda la noción del tiempo.

Los últimos datos de la memoria de actividad que elabora anualmente Dirección General de Ordenación del Juego del Gobierno de España, no son tan buenos para los ludópatas y sus familias como para el negocio. Con datos actualizados de septiembre de 2019, observamos que el crecimiento de los juegos online y otras variantes de las apuestas y juegos de azar crecen imparables.

¿Cómo podemos ayudar a un menor ludópata?

 La comunicación y la generación de un entorno seguro por parte de los padres o adultos tutores del joven es muy importante. Del mismo modo que fomentar en nuestros hijos otro tipo de actividades, especialmente al aire libre.

Hay que tener mucho cuidado con los lugares comunes y los prejuicios de género: en la actualidad la detección de la ludopatía en mujeres está infra-diagnosticada. Puesto que los juegos de azar, las apuestas, los videojuegos, etc. siempre se han considerado culturalmente territorios masculinizados. Sí, muchas chicas jóvenes también sufren ludopatía.

Asimismo, la intervención de la ayuda terapéutica es esencial para gestionar el trastorno y trabajar con el adolescente para que regrese a su vida normal. La terapia psicológica puede entregar las herramientas necesarias a padres e hijos para afrontar este tipo de situaciones.

Superar una adicción como la ludopatía no es algo que se logre de la noche a la mañana. Y los profesionales de la salud psicológica somos los mejores aliados para esta batalla. ¡Consúltanos! Podemos ayudarte.

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4 Comentarios
  • Jennifer
    Publicado a las 23:56h, 08 marzo Responder

    Hola! Mi hijo tiene casi 15 años y dedica mucho tiempo a jugar videojuegos. Cuando le prohibo que lo haga reacciona violentamemte. Y sus calificaciones son muy bajas. Necesito saber si debo prohibirle jugar de manera rotunda o dosificar sus horas de juego.
    Muchas Gracias

    • Laura Martos
      Publicado a las 11:15h, 09 marzo Responder

      Hola Jennifer,

      Sería necesario saber más sobre tu hijo y sus reacciones… ¿Reacciona violentamente hacia tí? ¿Es violento consigo mismo?
      Si son situaciones de violencia serias, te recomendados buscar ayuda de un profesional para gestionar la situación, ya que hay chicos, que si no se gestiona a tiempo y con la constitución física de alguno de ellos, pueden ser situaciones «peligrosas» para los padres.

      En cuanto a tu pregunta, sin conocer detalladamente el caso, lo que podemos indicarte es que las horas de videojuegos deberían ser un premio, es decir, una recompensa cuando las tareas están realizadas, y no decidir él libremente el uso que hace de ello.

      Un saludo!

  • Julia Roig Escorcia
    Publicado a las 20:40h, 09 marzo Responder

    Hola, mi hijo de 17 años está enganchado a las máquinas tragaperras, yo tenía sospechas desde hace unos meses pero hoy tras ver su cuenta bancaria vacía me lo ha confesado. No sé cómo abordar esto y me ha prometido que no lo va a volver a hacer pero sabe que tiene un problema. Yo le he dicho de buscar ayuda pero dice que no, que me lo promete. ¿Que puedo hacer? Esto desesperada y muy preocupada

    • Laura Martos
      Publicado a las 20:46h, 09 marzo Responder

      Hola Julia
      La mayoría de las veces es muy difícil superar una adición sin ayuda profesional y más aún a una edad tan precoz que no tiene los mismos recursos que podríamos tener los adultos.
      Si no quiere ayuda en este momento, podéis firmar un «contrato» que diga que si tiene alguna recaída (especificando qué consideráis que es una recaida) se compromete a pedir ayuda profesional.
      Al final si no va con una mínima motivación a implicarse en la terapia va a costar mucho más que sea efectiva.
      Un saludo y ánimo

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