Tipos de Trastornos Obsesivos Compulsivos
Limpiadores y lavadores
Son aquellas personas obsesionadas en extremo con la higiene, los gérmenes y las bacterias. Su gran pesadilla se relaciona con la posibilidad de contaminarse con microorganismos y sustancias tóxicas; y sienten pavor a la suciedad. Los virus también pueden llegar a crearles auténticas parálisis en su vida diaria, puesto que constantemente piensan que pueden estar infectados y desarrollar terribles enfermedades. Podríamos hablar de una hipocondría desbocada. Esto puede ser especialmente peligroso o dañino cuando se utilizan en exceso geles, desinfectantes, lejías y otros productos de alta toxicidad y/o que pueden provocar reacciones en la piel o problemas respiratorios.
Orden y simetría
Son individuos que necesitan perseguir de forma enfermiza la perfección en cada detalle de su existencia. Una evidente respuesta compulsiva a un pensamiento obsesivo de este tipo de características sería, por ejemplo, alinear por tamaños, colores u otro tipo de clasificación objetos como material de papelería, libros, calcetines, cajas, etc. Esto implica en ellos, por ejemplo, no soportar que un mantel cuelgue un milímetro más a la derecha o a la izquierda de lo que se considera equilibrado.
Aproximaciones terapéuticas como la psicología cognitivo-conductual, la meditación o técnicas relacionadas con el mindfulness han demostrado conseguir resultados muy positivos en el tratamiento de pacientes con TOC o conductas obsesivas y compulsivas.
No dejes que el TOC domine tu vida, la de tus hijos o la de tus seres queridos. Podemos mantenerlo bajo control y disfrutar de una calidad de vida mucho mejor que la que estamos experimentando. Siempre, en manos de profesionales en la salud mental capacitados para abordar las especificidades de este tipo de trastornos.
Verificadores y chequeadores
En este caso, el TOC se manifiesta en pensamientos catastróficos sumamente intrusivos que solamente consiguen paliarse a través de acciones basadas en la repetición sumamente irracionales; bajo la idea de que, solo a través del cumplimiento de esas rígidas reglas rituales, la amenaza cesará. Podemos identificarlo, por ejemplo, cuando una persona se obsesiona con la inspección por seguridad de algún elemento. Por ejemplo: necesita abrir y volver a cerrar una puerta siempre de la misma manera para asegurarse de que está bien cerrada. Lo mismo puede ocurrir con la llave del gas, el agua o las ventanas.
Acumuladores
Como su propio nombre indica, son aquellas personas que necesitan coleccionar objetos que no tienen particularmente ningún tipo de valor especial. No son capaces de desprenderse de ellos. Y la idea de perderlos o descuidarlos les provoca un malestar que puede ser insoportable. El famoso Síndrome de Diógenes es un tipo de trastorno muy relacionado con esta subcategoría de obsesión-compulsión. Aunque difieren en que el Síndrome de Diógenes se da principalmente en personas de edad avanzada, y en las que generalmente existe un importante deterioro cognitivo o alguna demencia.
Ritualizadores mentales y obsesiones basadas en “pensamiento mágico
Podríamos, quizás, hablar de dos subtipos en este apartado, pero no dejan de estar íntimamente relacionados en el modo de operar cognitivamente. Aquí hacemos referencia a personas que apelan a pensamientos o imágenes repetitivas para conseguir calmar las ideas obsesivas que les perturban cuando aparecen. De modo que no suelen realizar gestos o acto, por así decirlo; sino que su mecanismo de defensa pasa por intentar contrarrestar una idea o un pensamiento con otro.
Este tipo está muy conectado con ideas supersticiosas o de cariz religioso o místico. Incluso fantástico o sobrenatural. Cierto es que las obsesiones de corte supersticioso o “pensamiento mágico” no solamente se neutralizan con otros pensamientos. También, en muchas ocasiones, se combinan con gestos o patrones de comportamiento rituales. Estos individuos sienten pánico al pensar que, si no cambian su pensamiento o realizan el ritual de forma adecuada, una gran desgracia caerá sobre ellos o sobre otras personas.
Numerales
Algunas personas desarrollan una fijación por buscar “sentido” a los números que los rodean. Buscan patrones de forma frenética que consigan explicar cosas a su alrededor. Intentar realizar operaciones matemáticas con ellos para encontrar una significación determinada que apoye sus posteriores acciones. Por ejemplo: si sale un número par, toman una decisión. Si el número es impar, toman otra. De hecho, muchos de ellos no consiguen soportar la idea de la aparición de números pares o impares en su vida. Y suelen existir muchas conexiones con la categoría anterior (superstición o “pensamiento mágico”).
Puramente impulsivos
Ciertas personas manifiestan su TOC a través del temor irracional de llegar a provocar daño, tanto a otras personas como a sí mismos. Sus ideas intrusivas los torturan con pensamientos sobre crímenes o agresiones de todo tipo, incluyendo el suicidio. Piensan también que pueden llegar a ser responsables, por un error o un despiste, de un accidente de repercusiones catastróficas.
Por su mente navegan imágenes violentas y aterradoras; incluyendo aquí las de contenido sexual. En varias ocasiones se presentan casos de personas obsesionadas con la idea de que tienen una sexualidad sumamente “desviada” o aberrante y tienen miedo de no saber cuál es realmente su tipo de sexualidad. Hay casos de personas con un TOC vinculado a este tipo que pueden tener absoluto pavor al hecho de ser homosexuales, por ejemplo.